Todos sabemos que las heridas que hacen perder mucha sangre pueden resultar mortales si no se las atiende rápidamente.
Pero ¿sabes qué hacer para frenar una hemorragia en caso de accidente?
Estos son los consejos de la doctora Saleyha Ahsan para el programa de la BBCTrust me, I’m a Doctor ("Confía en mí, soy médico").
Y estar familiarizados con estas técnicas de primeros auxilios puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Como explica la Dra. Ahsan, lo primero que hay que hacer si alguien está sangrando severamente es solicitar ayuda, llamando a los servicios de emergencia.
Pero inmediatamente después hay que tratar de detener el sangrado, siguiendo cuatro sencillos pasos.
1. Presionar
Idealmente primero hay que protegerse a uno mismo, empleando guantes descartables en caso de ser posible, o al menos cubriendo las heridas que uno pudiera tener en las manos.
Y, en el mundo ideal, lo mejor también es emplear una venda para aplicar presión sobre la herida para reducir el sangrado.
En caso de emergencia, sin embargo, se puede emplear cualquier trapo limpio, incluso una camiseta.
Y si no hay a mano nada absorbente, entonces se pueden emplear los dedos o manos: lo importante es ejercer presión para reducir el flujo de sangre.
Por lo demás, si hay algún objeto en la herida la instrucción es no removerlo, pues podría estar ayudando a reducir el sangrado.
En ese caso hay que aplicar presión a los dos lados del objeto y seguir las instrucciones adicionales detalladas acá abajo.
2. Elevar
El segundo paso es elevar el miembro herido para reducir el flujo sanguíneo.
Si se sospecha que el miembro puede estar fracturado esto es algo que hay que hacer con sumo cuidado.
Pero de lo que se trata es de utilizar a la gravedad como un aliado, colocando a la herida en una posición más alta que el corazón de la persona a la que se está tratando.
Para esto puede ser necesario acostarla, o buscar otra posición confortable que también permita mantener la elevación hasta que puedan intervenir los profesionales.
Y no hay que olvidarse seguir presionando.
3. Vendar
Una vez aplicada la presión inicial, lo mejor es tratar de mantenerla con la ayuda de una venda.
Pero hay que tener cuidado de no interferir demasiado con la superficie de la herida, donde ya podría estar formándose un coágulo.
"Para vendar hay que enrollar firmemente un trozo de tela alrededor de la herida hasta que se detenga el sangrado", explica la doctora Ahsan.
"Pero ojo: hay que olvidar todo lo que se sabe sobre torniquetes", advierte la especialista.
Efectivamente, según la doctora, hay que tener cuidado en no apretar excesivamente la venda, dejando que sea posible introducir un dedo entre ella y el miembro que se está tratando.
"Queremos presión suficiente para detener el sangrado, no que impida completamente la circulación de la sangre", explica.
4. Evitar un shock
La pérdida de sangre también puede ocasionar un shock: una condición médica bastante grave causada por la falta de sangre en los principales órganos.
Si esto ocurre, los afectados pueden sentirse mareados o desmayarse.
Otros síntomas son palidez, sudoración excesiva y labios azules. Y la respiración también puede verse facetada y acelerarse.
Si eso ocurre hay que tratar de levantarles las piernas para ayudar a que la sangre fluya con más facilidad hacia el corazón y la cabeza.
Y también intentar mantenerlos calientes.
"Con suerte nunca van a tener que utilizar estos conocimientos", dice la Dra. Ahsan.
"Pero en caso de necesidad, simplemente traten de mantener la calma y seguir estos sencillos pasos".
BBC MUNDO
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