En los últimos tiempos en República Dominicana han sucedidos
varios casos que preocupan a la sociedad, como son: Las muertes de personas por
conflictos ocasionados por accidentes de tránsitos o casos tan absurdos como el
rayado de un vehículo o el rose de este, son cosas increíble que seres humanos
pierdan la vida por cosas tan sencillas, sabiendo ellos que esos casos los
resuelve el seguro, por lo cual no hay que discutir nada, solo intercambiar
datos y teléfonos para reportar el accidente.
Los casos de feminicidios, el más reciente de una joven
muerta en el patio de un tribunal, o el cercenamiento de partes del cuerpo y
heridas de mujeres indefensas, ¿Qué es lo que está pasando?, cuando un hombre
toma esta actitud está llevando la desgracia y creando más pobreza a su familia
y a la familia de su expareja, este tipo de actitud es muy cobarde y no
soluciona nada, al contrario crea más problemas a los sobrevivientes.
Todos debemos denunciar el maltrato y enfrentarlo, para que
no degenere en hechos lamentables para la sociedad, como muertes y personas
discapacitadas por falta de brazos, manos o piernas, por esta causa tan salvaje
de actuación de personas débiles que no saben enfrentar sus problemas, o seguir
adelante con otra relación.
Las muertes por deudas del criminal o la víctima, es increíble
que la gente atente contra su vida o de las demás por no pagar o porque este
abrumado por las deudas, no se dan cuenta
que están creando un problema mayor a los familiares. Siempre hay varias
salidas para enfrentar y ocuparse de los problemas, hay que tener paciencia e
ir saliendo de las deudas más viejas o las que pagan mayor intereses. Pero es
bueno destacar que cada quien debe arroparse hasta donde la sabana les dé, cada
quien sabe sus entradas y de cuánto debe disponer para cumplir con sus
compromisos. Además de honrar los compromisos contraídos y cumplir.
Las muertes por robo de celulares o prendas cuando la gente
se resiste a entregarlos a los delincuentes, es algo insólito, de como la gente
le ha perdido el valor a la vida de otro ser humano y los asesina por cualquier
tontería, por una discusión, no sé si esta actitud es consecuencia de las
drogas, las desigualdades, el entorno social donde se crían estos jóvenes, las
pocas oportunidades, o la ambición de lograr cosas materiales de forma rápida. Hay
que hacer algo para prevenir este mal, que ya nos afecta a todos.
¿Sera el internet con sus juegos violentos o Hollywood con
sus películas rindiendo honor a la opulencia, a la ambición de lo material, los
lujos, el consumo irresponsable, la veneración a las marcas, la moda, al
dinero, las drogas y la forma violenta de obtenerlos?
La violencia es un fenómeno que históricamente se ha
relacionado con condiciones sociales particulares. La razón de la
violencia hay que encontrarla en el cruce de factores negativos del individuo y
de la sociedad.
Las condiciones de hacinamiento, de desnutrición, de
desempleo y de deterioro de la familia que imponen la desigualdad y la pobreza,
propician en gran medida el desarrollo de conductas agresivas. Las diferentes
formas de violencia que se producen en la ciudad tienen actores y móviles muy
variados; cada uno de ellos se construye en espacios sociales particulares como
el hogar, el centro educativo, el barrio, el equipo deportivo, entre otros, que
dan lugar a expresiones que tienen un rostro común característico. Sin
duda este conjunto de violencias actúa de manera interrelacionada.
El grupo más afectado está constituido por la población
ubicada entre los 15 y los 25 años, pero hemos visto cómo en nuestro país, está
afectando a grupos de todas las edades.
La materialización de la violencia se manifiesta en la utilización
de instrumentos que van desde una piedra, armas blancas o arma de fuego, en la
que el alcohol y las drogas intervienen dentro de unas motivaciones de la más
variadas formas.
Los medios masivos de comunicación y la impunidad. Los
primeros sirven como modelos para reproducir la violencia (que se difunde a través
de la radio, de la prensa, de la tv, y el internet). La segunda es la forma más
clara de caducidad de los mecanismos de procesamiento de conflictos,
conduciendo al desprecio por la policía, por la justicia y por otras
instituciones.
Las ciudades son escenarios de relaciones múltiples y
variadas en todos sus ambientes: plazas de mercado, vehículos de transporte
público, calles, parques y otros. En estos lugares las personas actúan en todo
momento en interdependencia recíproca. En estas interacciones es probable que
los conflictos inherentes a la vida social, a sus transacciones y a sus
intercambios se lleguen a expresar de forma abierta, y se conviertan en
violencia cuando se resuelvan por vías incorrectas.
Los factores asociados a la violencia, como las rupturas
familiares, el mal uso del tiempo, la desintegración de los valores
tradicionales, las ambiciones personales, la marginalidad social; todo esto
empuja a los adolescentes a reconstruir su identidad en espacios sociales
creados por ellos mismos.
Las estadísticas oficiales de la Policía y el Inacif establecen
que 15,179 personas murieron de manera violenta desde el 2004 al 2011 en
la Republica Dominicana, la Policía dijo que los motivos de estas muertes
violentas fueron violencia familiar, delincuentes por robos, el crimen
organizado, acción policial, sicariato, narcotráfico y convivencia social.
Más de 2 mil 296 mujeres asesinadas en la República
Dominicana desde finales del año 2000 hasta los primeros meses del 2013, de
conformidad con estadísticas recogidas en la Policía Nacional y reportes
obtenidos en el Ministerio de la Mujer, en el Centro de Investigación para la Acción
femenina (CIPAF), en PROFAMILIA y en el libro ¨Las Mujeres Contra la Violencia,
´ de Ana María Brasileiro.
Como consecuencia de esto más de 7 mil 480 menores
de edad han quedado huérfanos, 711 hombres se han quitado la vida después de
haber segado la vida a sus parejas o ex parejas, mientras que el número de
mujeres con lesiones severas, graves o leves, víctimas de la violencia de sus
maridos o ex maridos celosos asciende a 19 mil 258 en ese período.
Mientras, el 2014 finalizó con 88 asesinatos de
mujeres a manos de sus parejas o exparejas, con 17 más que en el 2013, cuando
hubo 71. Durante el 2013 y el 2014 se reportó la menor cantidad de casos de los
últimos 10 años, a partir del 2005.
En los 12 meses del 2014, las mujeres presentaron
74,317 denuncias de violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales.
El Ministerio de la Mujer plantea que la violencia
contra la mujer suele darse por fases, a lo que llaman Círculo de violencia,
donde el primer ataque aparece como un hecho aislado, las fases del círculo de
la violencia se desarrollan de tres formas: La primera es la acumulación de tensión.
Puede iniciar con burlas sobre lo que hace la mujer, gritos, amenazas por las
cosas que hace mal.
La Segunda es discusión y explosión violenta,
acompañada de agresión.
La tercera es la luna de miel, después de la agresión
este pide perdón, y promete que no volverá a suceder, entonces la mujer cree
que la relación va a mejorar y vuelve a confiar, y cae de nuevo a la primera
fase. En ese círculo los ataques serán más frecuentes, fuertes, intensos y
peligrosos. Aunque en muchos casos no
llega a la tercera etapa, porque comenten el asesinato.
Cuando se dan estos casos
hay que denunciarlos a la Unidad de Atención a la Violencia Contra la Mujer de
dicho Ministerio, estas denuncias deben hacerlo tanto la víctima, sus
familiares o vecinos. Cuando se hacen estas denuncias los organismos
competentes deben tomar medidas efectivas para que la persona afectada no sea víctima
por represalias del agresor. Así como no permitir personas armadas en los
tribunales y los lugares de conciliación incluyendo los parqueos de dichas Instituciones.
Que en las instituciones públicas
y privadas, actos o actividades masivas, no se permita la entrada con armas de
fuegos, sin excepciones que sea la persona civil o militar.
Que la policía sea ágil y
eficiente atrapando este tipo de personas violentas y que la justica castigue
con todo el peso de la ley a quien cometa actos de violencia.
Se debe contribuir al fortalecimiento de una
cultura de paz mediante el desarrollo de actividades de promoción en los campos
de la salud y de la educación, para afrontar las distintas formas y
manifestaciones de violencia. Desarrollo de conocimientos, de métodos y de
estrategias que sirvan para prevenir y reducir la violencia.
Hay que fortalecer la capacidad de los
sectores de la salud, educación y el Ministerio de la Mujer, en el fomento y en
la coordinación de procesos sociales sobre este problema.
Comprometer a los sectores públicos y
privados en el análisis y en la búsqueda de soluciones a los problemas de la
violencia.
Disponer de más recursos financieros para dar
seguimiento, apoyo y monitoreo a los planes.
Promover culturas de convivencia pacífica, de
respeto mutuo, de manejo y de resolución adecuadas de los conflictos.
Promover cambios de actitudes respecto a la
violencia.
Capacitar recursos humanos de los sectores de
la salud y educación en el diagnóstico de las causas de la violencia, de los
daños y traumas, en prevención y tratamiento adecuados.
Estimular valores y estilos pacíficos de
manejo de la agresión y de solución de conflictos, fortalecer culturas de paz,
a sensibilizar y a ofrecer información para motivar el compromiso de la
población en la prevención de la violencia.
Capacitación para profesionales de la salud,
docentes, el poder judicial y la policía en las áreas de prevención y de intervención
en casos de violencia intrafamiliar, juvenil, y contra la infancia, los
ancianos y las mujeres.
Jinmy García T. RD.
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