- 27 enero 2016
domingo, 28 de febrero de 2016
viernes, 12 de febrero de 2016
Los daños genéticos causados por el virus del Zika pueden revertir la evolución humana dos millones de años, advierten los científicos.
Publicado: 9 feb 2016 17:30 GMT | Última actualización: 10 feb 2016 12:05 GMT por RT
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Las mutaciones genéticas provocadas por el patógeno letal amenazan con tener consecuencias permanentes en el ADN humano, advierte un trabajo publicado en la revista 'Journal of Astrobiology and Outreach'. En él se afirma que el virus del Zika amenaza con provocar "una regresión dramática de la evolución humana", recoge portal británico Express.
Las graves deformaciones graves causadas por el virus están alterando lentamente el genoma humano y se transmitirán a las generaciones venideras, advierten el estudio. De este modo, en lugar de seguir evolucionando, nuestra especie retrocederá dos millones de años, puesto que los microbios del zika reducen el cerebro humano. La investigación contempla que en el peor de los casos tendremos "una población de seres humanos con el tamaño del cerebro y cognición disminuidos".
El autor del estudio, el biólogo e inmunólogo de la Fundación O'Connor ERADE Village (Australia) Edward Steele, afirma: "Si bien el virus del Zika sigue acaparando los titulares [de los medios], su posible impacto a largo plazo sobre la humanidad parece haber escapado a nuestra atención".
Steele añade: "El zika parece haber cambiado recientemente genéticamente con el fin de provocar una mayor incidencia de la microcefalia –disminución del tamaño del cerebro– en los bebés nacidos de madres infectadas con el virus durante el embarazo".
"La microcefalia y el virus del Zika parecen ahora mostrar signos de ser sexualmente transmisibles, lo que indica que los genes que causan la disminución del volumen cerebral y la cognición pueden lograr la entrada en la línea germinal humana."
Qué es el virus zika, la enfermedad que se está propagando por América Latina
RedacciónBBC Mundo
En los últimos meses, el nombre de un virus desconocido hasta el momento en América Latina comenzó a circular: el zika, también conocido como ZIKAV o ZIKV.
En febrero de 2015, las autoridades brasileñas comenzaron a investigar un brote de erupciones en la piel que afectaba a seis estados en la región noreste del país.
Según la Organización Panamericana de la Salud, 20 países ya han reportado la detección del zika en su territorio: Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guadalupe, Guatemala, Guyana, la Guayana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, la isla de San Martín, Surinam y Venezuela.
Pero la OPS señala que el recuento crece cada día y considera que acabará llegando a todos los países de América Latina.
En ese sentido, el Ministerio de Salud de Costa Rica ya confirmó el primer caso en su territorio, el un hombre que fue infectado en un viaje a Colombia.
Y al otro lado del Atlántico, en Austria, Dinamarca y en España, también se han reportado los primeros casos, aunque todos ellos importados.
A continuación, BBC Mundo compila lo más importante que debes saber sobre el tema.
¿QUÉ ES?
El virus zika es causado por la picadura de un mosquito y se cataloga como un arbovirus perteneciente al género flavivirus, que son aquellos que animales invertebrados como zancudos y garrapatas le transmiten al ser humano.
El zika es similar al dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa.
Se transmite tras la picadura de un mosquito del género aedes, como el Aedes Aegypti, que causa el dengue.
ORIGEN
El virus se identificó en 1947 por primera vez en Uganda, específicamente en los bosques de Zika. Se descubrió en un mono Rhesus cuando se realizaba un estudio acerca de la transmisión de la fiebre amarilla en la selva.
Análisis serológicos confirmaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania en 1952, pero fue en 1968 que se logró aislar el virus con muestras provenientes de personas en Nigeria.
Análisis genéticos han demostrado que existen dos grandes linajes en el virus: el africano y el asiático.
BROTES PREVIOS
En 2007 se registró la infección en la isla de Yap, que forma parte de Micronesia, en el Océano Pacífico. Fue la primera vez que se detectó el virus fuera de su área geográfica original: África y Asia.
A finales de octubre de 2013, se inició un brote en la Polinesia Francesa, también en el Pacífico, en el que se identificaron 10.000 casos.
De ese total, aproximadamente 70 fueron graves. Los pacientes desarrollaron complicaciones neurológicas, como meningoencefalitis, y autoinmunes, como leucopenia (disminución del nivel normal de leucocitos en la sangre).
En febrero de 2014 las autoridades chilenas confirmaron un caso de transmisión autóctona en la Isla de Pascua. El mismo coincidió con un brote en Nueva Caledonia y las Islas Cook. Nuevamente en el Océano Pacífico.
TIEMPO DE INCUBACIÓN
Suele oscilar entre 3 y 12 días. Tras este período, aparecen los síntomas. Sin embargo, la infección también puede presentarse de forma asintomática.
Según un estudio publicado en la revista médica The New England, una de cuatro personas desarrolla síntomas.
No se ha reportado ninguna muerte que haya sido causada por la enfermedad.
La mayoría de las personas se recupera y la tasa de hospitalización es baja.
SÍNTOMAS
Generalmente, duran entre cuatro y siete días y pueden confundirse con los del dengue.
En los casos en los que las señales que revelan la enfermedad son moderados, la persona puede tener fiebre de menos de 39°C, dolor de cabeza, debilidad, dolor muscular y en las articulaciones, inflamación que suele concentrarse en manos y pies, conjuntivitis no purulenta, edema en los miembros inferiores y erupción en la piel, que tiende a comenzar en el rostro y luego se extiende por todo el cuerpo.
Con menos frecuencia se presentan vómitos, diarrea, dolor abdominal y falta de apetito.
Las complicaciones de tipo neurológico y autoinmune han sido excepcionales hasta el momento debido a que solo se vieron en la Polinesia Francesa.
TRATAMIENTO
No hay una vacuna ni un tratamiento específico para el zika, sólo un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre.
No se recomienda el uso de aspirinas por el riesgo de sangrado que acarrea.
También se aconseja ingerir líquido en abundancia para paliar el que se pierde por diferentes razones.
Para manejar el prurito ocasionado por la erupción, se pueden utilizar antihistamínicos.
Es necesario mantenerse alejado del paciente al menos durante la primera semana de la enfermedad para evitar el contagio.
PREVENCIÓN
Como la transmisión ocurre por la picadura de un mosquito, se recomienda el uso de mosquiteros que pueden impregnarse con insecticida y la instalación de mallas antimosquitos si no se tienen.
Se deben utilizar repelentes con Icaridina y ropa que cubra las extremidades, para que haya menos posibilidades de sufrir una picadura.
El riesgo para el continente se encuentra en el potencial de transmisión de la enfermedad, que radica en que los mosquitos transmisores del virus viven en la región y en la densidad poblacional de la misma.
Fuentes: Organización Panamericana de la Salud, Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, Biblioteca Nacional de Medicina e Institutos de Salud de Estados Unidos y WebMDCuáles son las causas de los 1.000 años de enemistad entre católicos y ortodoxos
Daniel García MarcoBBC Mundo
- 11 febrero 2016
Nada dura para siempre, ni siquiera la enemistad. Los más de mil años de rivalidad entre la Iglesia católica y la ortodoxa serán puestos a prueba este viernes con el encuentro en La Habana entre el líder católico y el patriarca de la iglesia rusa, la más grande e influyente de la Ortodoxia.
Por lo tanto, pocas veces el calificativo "histórico" estuvo tan justificado.
La reunión de dos horas en la neutralidad del aeropuerto de la capital de Cuba entre el papa Francisco y el patriarca Kiril es visto como un primer paso para la reconciliación entre las dos mayores iglesias en las que se divide el cristianismo.
BBC Mundo explica algunas claves de una división milenaria y de un posible entendimiento futuro.
¿Qué sucedió en el año 1054?
La fecha es simbólica. Es el punto final de una división que se venía gestando durante siglos. En 1054, el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente y así comenzó lo que se conoce como el gran cisma del cristianismo, que aún pervive.
Pero las iglesias cristianas de Oriente y Occidente se habían ido separando desde hacía siglos, sobre todo culturalmente. En Occidente se hablaba latín, mientras que en el Oriente bizantino prevalecía la cultura helenística griega.
La cuestión, sin embargo, iba más allá de lo lingüístico y cultural. El enfrentamiento, además de en las diferencias rituales, se sustenta en cuestiones teológicas o doctrinarias como el concepto de purgatorio y la llamada "controversia trinitaria".
Mientras en Occidente se cree y se reza al Espíritu Santo, que de acuerdo con las corrientes teológicas más extendidas en la Iglesia occidental "procede del padre y del hijo", los ortodoxos prescinden de la figura del hijo.
Es el conflicto por lo que en latín se denomina "filioque" ("y del hijo").
"Esa única palabra ha generado concilios, guerras, malentendidos. Por ella nos hemos peleado un milenio", afirma a BBC Mundo Philip Goyret, vicerrector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma.
Papa vs. patriarca
Pero el tema clave de esta relación es el modo distinto de entender la función de quién manda en la iglesia.
La función del Papa en la católica se entiende como máxima figura de autoridad.
La Iglesia ortodoxa, en cambio, está dividia en patriarcados entre los que existe una igualdad. Hay uno, el de Constantinopla, que actualmente ocupa Bartolomé, al que se considera "primero entre iguales".
Bartomolé tiene cierta preeminencia, pero no tiene jurisdicción sobre toda la Iglesia ortodoxa.
Además, su patriarcado, con sede en Estambul y con unos 10.000 fieles, no tiene el peso del de Moscú, que con Kiril al frente suma unos 120 de los 200 millones de creyentes ortodoxos. La católica, por su parte, reúne a unos 1.200 millones de fieles.
La iglesia ortodoxa rusa siempre ha estado muy vinculada con el poder, ya fuera con el emperador, con el zar o con el secretario general del Partido Comunista durante la era soviética.
Ahora, Kirill, patriarca desde 2009, mantiene una estrecha relación con el presidente ruso, Vladimir Putin. La oposición al Kremlin critica habitualmente la sintonía entre Iglesia y Estado.
Cuestión de poder
El cisma tuvo mucho que ver también con el poder. En el siglo XI, Europa se estaba evangelizando y comenzaron las luchas por ver a qué iglesia correspondía una determinada misión.
"Ha habido un conflicto de poderes", explica Goyret. Y de alguna manera persiste y es fuente de tensiones.
Con la llegada del comunismo y la creación del bloque soviético, la Iglesia católica en Ucrania y Rusia fue violentamente reprimida por el Estado, que entregó los templos católicos a la ortodoxa.
Cuando cayó el Muro de Berlín, los católicos recuperaron la libertad religiosa y surgió la tensión porque quisieron recuperar lo que fue suyo.
Los ortodoxos rusos no toleraron bien en los últimos años lo que consideran comointentos de expansión del catolicismo en Rusia. Que el papa Juan Pablo II creara diócesis católicas en el país generó inquietud en Moscú, que lo vio "como una invasión", cuenta Goyret.
Fechas clave del cisma y del acercamiento
Año 1054
El Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla se excomulgan mutuamente
- Marzo de 2013 El Patriarca de Constantinopla acude a la toma de posesión de Francisco como Papa
- Noviembre de 2014 El Papa tiende la mano a Kiril: "Iré adonde quieras. Llámame y yo voy"
- 12 febrero de 2016El Papa y el Patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa se reúnen por primera vez en casi 1.000 años
Hoy en día el conflicto pervive en Ucrania, donde la Iglesia católica greco-ucraniana, la segunda más grande del país, tiene ritos orientales, pero responde ante Roma, lo que disgusta a Moscú.
Cómo se gestó el encuentro
Las iglesias ya desde hace años habían dado muestras de querer acercarse. Comisiones de una y otra se desplazaron respectivamente a Roma y Moscú.
Al salir al balcón de la plaza de San Pedro recién elegido papa el 13 de marzo de 2013, Francisco se presentó sencillamente como "obispo de Roma".
"Esta relación obispo-pueblo es algo muy apreciado en Oriente", explica Goyret.
El patriarca Bartolomé apreció ese gesto del papa de entender la iglesia como un conjunto de diócesis autónomas no centralizadas en Roma y por ello acudió al Vaticano cuando Francisco tomó posesión. Era la primera vez en la historia que el Patriarca de Constantinopla estaba presente en el acto.
Y fue un hecho simbólico que no pasó desapercibido en Moscú. En noviembre de 2014, el nuevo Papa tendió la mano a Kiril. "Iré donde quieras. Llámame y yo voy", se ofreció. Y el patriarca ruso atendió la iniciativa.
A ambos los une la preocupación por el medio ambiente, pero no solo eso. "Que el Papa haya tomado distancia de los liberalismos económicos extremos es algo también compartido", opina Goyret.
¿Y a partir de ahora?
La unidad del cristianismo no ocurrirá de un día para otro, pero el encuentro aparece como un intento de poner en marcha un proceso que exigirá concesiones a ambas partes.
Desde el punto de vista católico, ese acercamiento forma parte de las reformas que quiere avanzar Francisco. Entre ellas, que la primacía papal no sea obstáculo para la unidad de la Iglesia.
"Esas son palabras fuertes porque el llamado 'ministerio petrino' viene de la voluntad de Cristo", explica Goyret.
Por parte ortodoxa, "el problema es inverso", dice el experto, debido a la falta de una jefatura clara.
La iglesia ortodoxa lleva intentando reunirse desde hace más de 50 años en un sínodo (lo que en la Iglesia católica se llama concilio). Al no haber una autoridad central, no hay quien lo pueda convocar, pero finalmente se va a celebrar en junio en la isla de Creta, en Grecia.
Quizás Kiril enfrente más tensiones internas que Francisco. "Las fuerzas conservadoras en Moscú han dicho que no les gusta la reunificación con Occidente porque los debilita", afirma Chad Pecknold, teólogo de la Universidad Católica de America, en Estados Unidos.
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